martes, 27 de marzo de 2012

El puerto de la Fuenfría y las sendas del Eresma

Este fin de semana he vuelto a Segovia, que esta primavera va a ser un destino que repetiré varias veces, y una vez que ya disfruté en mi anterior visita de sus monumentos más conocidos, tocaba pasar a conocer la sierra de Guadarrama.

 
Esta vez no fui solo, me acompaña y guía Miguel, un placer rodar con él por sus dominios, seguro que no será la última vez. Salimos de Segovia por el camino de los tanques, y sólo hay que mirar un poco la fotografía anterior para darse cuenta de porqué su nombre....

Pronto nos juntamos con el camino de santiago que viene de Madrid y que también pasa por Segovia, alcanzando la fuente de San Pedro, donde aprovecho para quitarme ropa, coger agua y hacenos una foto con Segovia al fondo.


Desde aquí seguimos por una senda bonita y divertida en continua subida, donde ya empiezo a ver que mi compañero está fino de piernas y yo no, así que voy sufriendo para seguirle el ritmo.


La nieve comienza a aparecer tímidamente, pero ya nos indica que estará presente en la ruta.


Salimos a una pista, y continuamos subiendo por un camino que se interna en un pinar extenso y de grandes ejemplares, bosque por el que discurriremos durante el resto de subida y gran parte de la bajada.


Cogemos la pista principal del puerto y llegamos a la Fuente de la Reina, y de nuevo parada obligada a probar el agua y descansar. Aquí la pista ya tiene bastante nieve, pero las rodadas de los todoterrenos nos permiten subir sin mucho problema.


En pocos kilómetros llegamos a la cumbre de hoy, el famoso puerto de la Fuenfría (1.796 m), por donde pasaba la antigua calzada romana, así como el camino real que unía Madrid con La Granja de San Ildefonso, el actual camino de Santiago de Madrid y la llamada "carretera de la república", que no es otra cosa que la pista que hemos transitado y que une Cercedilla con Valsaín. Será por todo eso por lo que estaba lleno de gente, y aunque no me gustan mucho las fotos "posando", aquí resultó obligatoria.


La bajada pensábamos hacerla por el famoso "carril del gallo", pero los más de 20 cm de nieve que tenía no lo aconsejaban, así que el guía dispuso sabiamente que bajásemos por el camino más directo al valle del eresma, que también tenía mucha nieve...


La senda baja con fuerte pendiente hasta la inmediaciones de los arrollos que forman el incipiente río Eresma, donde ya la pendiente es suave y la nieve mucho menor.


En cuanto la nieve comienza a escasear, Miguel impone un ritmo muy fuerte que me costaba seguir, serpenteando por las bonitas sendas que van descendiendo poco a poco el valle del eresma, cruzándo varias veces el río y siempre bajo las copas de grandes pinos.


Tras varios kilómetros de sendas divertidas y rompepiernas que bajamos a tope, salimos al pueblo de Valsaín, desde donde tras otro tramo bonito junto al embalse del pontón, terminamos regresando a Segovia por el carril bici.

Buena ruta con todo tipo de terrenos y mucha senda de nivel medio, endurecida por la nieve y el ritmo fuerte que nos impusimos, lo que hizo que sufriese más de lo habitual para llegar a casa.

Desde aquí doy las gracias a Miguel por la compañía y la ruta, seguimos en contacto para organizar otra ruta tan buena como esta en mi próxima visita.

Nos vemos.

lunes, 19 de marzo de 2012

Anguiano: Subir por Praderas, bajar por Hayedos

Tras comprobar la semana pasada como florece la primavera en la rioja baja, este sábado quería ver cómo comienza en la rioja alta, comprobando con ello el tremendo contraste de paisajes que nos ofrece nuestra pequeña región.


Elijo como salida Anguiano, que curiosamente tiene varias similitudes con Arnedillo, nuestro lugar de partida la semana pasada: similar altitud (unos 650 msnm) y población (unos 500 hab.), parecida latitud y similar posición en su valle, haciendo de puerta a la sierra desde el ebro en una zona de peñas escarpadas. En cuanto a distancia, las separan en línea recta apenas 40 km, y como ya he dicho están a parecida latitud y las dos dentro de la coordillera ibérica, por lo que no tendrían por qué ser sitios muy distintos. Y sin embargo, sus paisajes son de todo menos parecidos.


Si Arnedillo se caracteriza por el paisaje mediterráneo formado por plantaciones de almendros y olivos, laderas de matorral aromático y bosques de pinos en las laderas más umbrías, Anguiano nos ofrece un paisaje de influencia altántica, con abundancia de praderíos y bosques, de los que el hayedo es su mejor representante.


Y esta gran diferencia de paisaje se da por "sólo" 300 litros de agua al año, y unos 2ºC menos de temperatura media, diferencias que se dan simplemente porque los frentes del norte llegan más húmedos y fuertes a la rioja alta que a la baja (ya hemos dicho que en este caso la altitud es la misma y la latitud también). Esa es la diferencia entre Anguiano y Arnedillo, entre la rioja alta y la rioja baja, el atlántico y el mediterráneo.


Dejando la curiosidad climática me centro en la ruta en sí. Partimos 4 bicis (me compañan Fran, Fernando y Óscar) del pueblo de Anguiano, y sin haberlo planeado, nos vemos subiendo por la cuesta empedrada y empinada que bajan los famosos danzadores en zancos durante las fiestas.


Salimos del pueblo y cogemos la pista que sube por el barranco del arrollo regatillo, muy llevadera en este tramo incial rodeada de peñas. El día está oscuro así que las fotos también (una pena porque las vistas son tremendas)


Llegando a unos corrales, nos desviamos de la pista principal para cruzar el río y comenzar lo que será la auténtica subida. El arrollo baja con un caudal considerable y nos refrigera los pies...


Desde los corrales, la subida sigue una pista en desuso que zigzaguea por la ladera para ganar rápidamente mucho desnivel.


Tras superar algún tramo a pie por su gran pendiente y terreno suelto (un tío duro si que lo sube, nosotros somos un poco blandos...), llegamos a la línea de cumbres, donde una pista ya en mejor estado nos permite continuar la subida hasta el siguiente collado, junto al cerro "juana".


Y aquí llega lo bueno, y no me refiero a la bajada. A partir de este collado comienza una subida espectacular siguiendo las praderas de la líenea de cumbres hasta peña Gudilla, y desde allí hasta las inmediaciones de Muélago.


Las vistas durante la subida son enormes, la sensación de prominencia es grande.


Vamos subiendo por las praderas siguiendo leves trazas de senda, con algún tramo sucio y algún otro de empujar, pero en general es una subida muy bonita y entretenida.


Y tras un rato de divertida pelea con la montaña, llegamos a un collado donde mis compañeros deciden que ya vale de dar pedales, que les apetece tomar algo asomados a una terracita con vistas:


Se nota que Fernando conoce la zona y eligió con gusto el lugar de parada, con una vistas preciosas en especial a toda nuestra subida, desde la pista que se ve al fondo del valle hasta estas verdes praderas.

Tras un buen rato de cháchara toca continuar, y ahora en vez de dando pedales hay que superar un paso en roca con la bici al hombro.


Es una tramo muy cortito y volvemos a dar pedales, en una zona con algo más de roca vista, cruzamos una de las fuentes del arrollo Valdesayón, alimentada por el deshielo de las fuertes nevadas de Febrero.


La subida es muy entretenida pero tambien dura, ya que el rodar por praderas supone un sobre esfuerzo que en este caso merece la pena.


La zona de cumbres da pie a poder circular por donde cada uno quiere, esquivando o buscando las rocas y neveros, cada cual según su gusto:


Y también sirve para hacer "carreras" de "four cross", aunque la velocidad a la que vamos es de poca carrera, ya estamos con las piernas tocadas...


Antes de llegar a coger el GR que nos llevará de vuelta a Anguiano, la pista desaparece entre unas "dunas" de nieve, con varias crestas que suepraban el metro de altura y nos obligaon a refrescar los pies y hasta las rodillas:


Por suerte la presencia de nieve era puntual y aunque en toda la ruta nos obligó a desmontar varias veces, nunca fueron más que tramos concretos. Tras este nevero continuamos rápidos por el camino y nos plantamos a la entrada del GR, que comienza por un esbelto hayedo.


Tras algunos pequeños tramos de bajada, cruzamos un par de arrollos que bajan bien cargados de agua, menos mal que la ola de frío trajo una gran nevada, que sino nuestros montes estarían sufriendo mucho más la sequía.

 
Tras una confusión que nos obligó a desandar un buen trecho por no estar atentos a las señales (aviso porque es una confusión muy fácil, ninguno de los cuatro nos dimos cuenta), la senda continúa con tramos de subida duros pero bonitos.


Salimos del hayedo y bajámos hacia el congosto por praderas rápidas, disfrutando del sol que nos está acompañando toda la bajada.


Salimos a la pista, cruzamos el congosto y nos desviamos para continuar por el GR, que vuelve a internarse en el hayedo.


Disfrutamos de la senda por el hayedo con tramos rápidos primero y algo más lentos después, para terminar bajando al pueblo ya fuera del hayedo por una zona un poco más técnica.


Una ruta que se va directa a mis favoritas, sobre todo la espectacular subida, muy recomendable a los amantes de las sendas. Buena despedida de Fernando que tiene que parar un tiempo, espero que todo valla bien y podamos volver a dar pedales juntos, ya sabes que siempre eres bienvenido.

Track. Ruta corta pero intensa, ciclabilidad del 98% aproximadamente (tramos cortos en la subida), dificultad técnica media.

Todas las fotos en mi picasa: https://picasaweb.google.com/103281443251627272465/AnguianoSerraderoGR#slideshow/5721614341034684498

Nos vemos.

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domingo, 11 de marzo de 2012

El Barranco de las Puertas y las Ermitas de Arnedillo

La Rioja baja es una gran desconocida para mi y para muchos montañeros riojanos, ya que todos tendemos a fijar nuestros objetivos en las grandes cumbres y frondosos bosques de la demanda, cameros, cebollera... Pero eso es sólo una parte de la riqueza natural y paisajísitica de la ibérica riojana, exisitiendo otra cara de la misma de aires mediterraneos y peñas escarpadas, representada en su máxima expresión en los alrededores de Arnedillo y las peñas que lo protegen.


Hace un tiempo que empezé a fijarme en esta zona y tras un par de rutas el año pasado por Arnedo (ver las entradas: Peña Isasa y sus Sedas y Los contrastes de La Rioja), empezé a ver que tiene mucho atractivo para el montañero, sobre todo en época invernal-primaveral.


El valle del cidacos es la puerta del mediterraneo en La Rioja, algo que queda patente en las plantaciones de almendros y olivos, junto a los paisajes de matorral y pino que pueblan las peñas y laderas.


Hay infinidad de rutas y sendas por la zona, nosotros nos decidimos por probar la senda del barranco de las puertas, que discurre por la cara sur de Peñalmonte, durante cuya ascensión tenemos una gran vista del valle.


Tras poco más de una hora de ruta primero por la vía verde y después por la pista de peñalmonte, llegamos al collado cumbre de hoy, de nuevo con amplias vistas en este caso sobre las sierras del alto cidacos.


Continuamos la pista ahora en descenso, hasta alcanzar en pocos minutos el inicio de la senda. Aquí hacemos la primera parada del día, que es perfecto para la bici. La bajada empieza entrando al barranco por una zona de tierras rojizas muy llamativa (o por una trialera imponente que dejamos a los más atrevidos)


La senda es de dificultad media, con largos tramos rápidos en su parte primera hasta llegar a la zona más embarrancada, donde hay algunas zonas más técnicas y donde es más bonita, divertida y vistosa.



La senda es simpre evidente y en esta zona va encajada entre las paredes calizas y el barranco del arrollo de las puertas.


Llegamos al lugar más espectacular, donde la senda atraviesa la pared de roca junto a una cascada y una poza.


En este punto hay una toma de agua y un camino hasta Préjano, pero nosotros nos desviamos del mismo para continuar por una senda junto al arrollo hasta llegar al pueblo de Préjano. Parada y almuezo en el lavadero con vistas a Peña Isasa.


Hemos acabado la primera parte de la ruta y nos queda la vuelta a Arnedillo pasando por 3 de sus 7 ermitas. Cogemos la vía verde de Préjano, perfecta para rodar tranquilos excepto cuando entramos en los túneles oscuros...


Salimos a la vía verde del cidacos y pronto nos desviamos por una senda que nos debe llevar a la ermita de San Tirso. Nada más coger la senda Óscar pierde el sillín (y casi se la da...). No sabemos que ha pasado, pero se le ha salido el sillín, perdiendo uno de los tornillos y la pieza superior del enganche a la tija, que no aparecen por ninguna parte. Vaya mala suerte que está teniendo últimamente, la ruta se ha acabado para él, se vuelve a Arnedillo por la vía verde y sin sillín...

Fran y yo continuamos por la senda, que va subiendo por un barranco muy bonito surcado por un pequeño arrollo que aparece y desaparece.


La senda es divertida con algun paso técnico en continua subida, y en pocos minutos nos lleva a la ermita de San Tirso, excavada en la roca (curiosamente como su homónima de Meano, aunque son totalmente distintas en tipología, situación, ambiente...). La fachada está perfecta ya que ha sido recientemente restaurada.


La ermita está en un entorno de barrancos cerrados y sensación de soledad que hace que este sea un lugar en que apetece quedarse.


Pero la vida sigue, y nuestra ruta ahora entra en su tramo más montañero. Para salir de este barranco sin volver sobre nuestros pasos, nos echamos la bici al hombro y subimos entre las peñas por lo que parece una traza de senda, que sube entre los conglomerados y los matorrales.


Son sólo 10 minutos y la senda se hace ciclable, saliendo pronto a una trocha y en pocos metros a una pista, por la que continuamos subiendo con varios tramos duros con vistas al valle.


Este es el último calentón de la mañana, continuando la pista ya con suaves pendientes hasta la ermita de Peñalba, junto a una prominente peña.


Grandes vistas desde esta ermita, auténtico balcón al cidacos.


Y de ermita a ermita, el descenso a Arnedillo pasa por la de San Miguel, reconstruida sobre los restos de la original.

Foto de Fran.
Ahora la cosa se pone divertida, con una senda de bajada a Arnedillo sin descanso, con tramos rápidos:


Y otros trialeros con grandes piedras que nos pusieron a prueba.

Foto de Fran.
La senda acaba en el mismo pueblo de Arnedillo, por cuya orilla del cidacos regresamos al coche.


Pero la "ruta" no acaba aquí, si vas a Arnedillo no puedes dejar de visitar las termas ¿que hay mejor que un baño relajante después de una buena ruta? Es un lujo poder llegar de ruta en cualquier época del año y tener unas pozas de aguas termales donde descansar tranquilamente...


Acabamos el baño termal con un estimulante contraste en el agua fría del cidacos, dejándonos como nuevos. Perfecto final de ruta en un día de primavera adelantada.

Track. Dificultad técnica media en las sendas con algunos tramos dificiles. Recomendable en invierno y primavera.

Todas las fotos: Barranco de las Puertas - Ermitas de Arnedillo

Nos vemos.