lunes, 20 de febrero de 2012

Santa Marina y el valle del río de Santa Engracia

Hace tiempo que tenía ganas de volver a Santa Marina, aldea que conserva una imagen tradicional y antigua como ninguna otra que haya conocido en La Rioja. Sus poquitas casas de piedra con tejados de pizarra, su posición en una loma en lo alto de la sierra con vistas privilegiadas, sus 10 habitantes que han resistido décadas sin electricidad ni carretera, y por supuesto su aire de libertad y aislamiento frente a la "civilización" hacen de esta pequeña aldea un lugar que merece la pena visitar y admirar.


Este sábado el día se prestaba a salir al monte, y aunque amanecemos con una helada notable, el sol pronto se podría de nuestro lado para hacernos pasar una ruta más bien calurosa. Salimos del cruce de la carretera del jubera con Santa Engracia, con la intención de subir a Santa Marina por la carretera (evitano así problemas con la nieve, aunque al final los tuvimos para regresar...). Vamos remontando la carretera por el valle del Jubera, donde lo más interesante es el bonito curso del río, que llega a tener zonas muy vistosas como esta cascada poco después de pasar Robres del Castillo:


Dejamos la carretera que remonta el Jubera para tomar la que nos lleva a Santa Marina. Comienza durilla pero nada que a nuestro tran-trán no se deje subir sin problemas y de cháchara. Poco a poco la carretera se hace muy llevadera y con tramos de falso llano, en una zona que ya tiene buena altura y vistas sobre la cabecera del jubera. Paramos en una curva a contemplar el paisaje, cada uno para donde le interesa...


Estamos cerca ya de Santa Marina y la nieve ya se ve generalizada, aunque no parece que haya demasiada...


No lo parecía, pero al llegar a Santa Marina nos damos cuenta de que si que la había...


Ya en la entrada al pueblo, a Fernando le entra el hambre y aprovecha a comer algo mientras Fran y yo hacíamos fotos, pero no había contado que en los pueblos la comida se reparte entre muchos...


Esta foto anterior cuenta todo lo que pasó: El caballo en cuanto vio plásticos y comida se acercó raudo a ver si le tocaba algo, Fernando le aparta la comida como puede, y mientras tanto, en segundo plano Fran se descojona de la jugada (y yo que hacía la foto también ;).

En el pueblo paramos en un banquito muy bien posicionado en la solana, y allí nos tumbarriamos a pasar el rato al sol, se estaba de vicio allí arriba...


Tras disfrutar de este descanso con ambiente primaveral continuamos nuestra ruta. A partir de ahora venía lo que debía ser una divertida serie de sendas y pistas con subidas y bajadas por el corazón de la alpujarra riojana, siguiendo paralelos al curso del río de Santa Engracia. Comenzamos poniendo rumbo Reinares, para lo que salimos de Santa Marina subiendo a un collado cercano. Grandes vistas desde aquí a las sierras de la rioja oriental, con peña Isasa dominando el horizonte y el Moncayo difuso más al fondo.


Tras superar el collado, nos adentramos en el nacimiento del valle, donde una fuente da vida a un pequeño arrollo que nos acompañará a nuestra derecha durante todo el resto de la ruta: es el río de Santa Engracia. El único problema: aquí las bicis no ruedan ni hacia abajo...


Más de 30 cm de nieve dura hacen que sea imposible bajar montado. A diferencia de la pasada semana, la nieve ahora ya no es polvo, está dura. Bueno, no pasa na, al menos es cuesta abajo...

Tras un par de kilómetros casi por completo a pata, llegamos a los pies de Reinares, pueblo abandonado y en ruinas que a mi me parece espectacular.


Para acceder al él, cruzamos el puente y subimos por sus empinadas laderas hasta llegar a la "plaza" frente a la torre de la iglesia.



Hipnotizante la fachada de la torre en ruinas, que cualquier día dirá basta y terminará por los suelos.


Para salir de Reinares, cogeremos la senda que lo unía con Bucesta, la cual va ladeando la montaña sin grandes desniveles alternando las solanas con las umbrías. Esta senda es muy divertida de rodar normalmente, pero con la nieve tan dura supuso una dificil prueba que nos obligó a continuar grandes tramos a pie.


Algunos tramos de solana estaban un poco mejor y permitían rodar, pero se conviertió en una pelea continua en vez de una divertida senda.


Por segunda semana consecutiva la nieve nos había "engañado", y es que a pesar de que estos montes parecían sólo parcialmente cubiertos, los caminos estaban muy difíciles.


La senda termina saliendo a una pista que para nuestra sorpresa, también está completamente cubierta de una buena capa de nieve. El tramo en bajada lo podemos hacer montados, pero la subida a Bucesta vuelve a ser un duro pateo. Pasado el pueblo la pista es más llana y nos permite montarnos, pero sufrimos para poder avanzar por esta nieve tan dura.


Este tramo de pista se hace eterno, lo que debía ser una zona rápida se convierte en una pelea constante con la nieve, dejándonos las fuerzas ya muy tocadas, y la moral también. Tras ir poco a poco disminuyendo la nieve en la pista, salimos a una zona ya con rodadas donde por fín podemos avanzar a buen ritmo. Lo peor de todo ha sido ver que casi no había nieve en los alrededores y sin embargo la pista estaba blanca. Fijaros en esta foto donde no se más nieve que la de la pista.


Todavía quedaban kilómetros para llegar al coche, y ya estamos muy tocados de fuerzas y moral. Bajamos rápidos hacia Santa Cecilia para acabar bajando por la senda a Santa Engracia, pero aún tendríamos otro frenazo: el barro. En Santa Cecilia el camino que teníamos que seguir se encuentra completamente embarrado y destrozado por las vacas. Otra vez nos tocaría desmontarnos para continuar a pie entre el "chapapote" mezcla de barro y mierda de vaca. En fin, con calma pasamos el marrón y por suerte la senda poco a poco mejora, permitiendo continuar montados.


La senda se hace más pedregosa y técnica, con algún paso complicadillo pero ya libre de barro, lo que nos permite continuar sin más sobresaltos, pero ya cansados y casi deshidratados por no haber cogido agua cuando pudimos.


La senda acaba llevándonos al pueblo de Santa Engracia del Jubera, y desde allí rápidos al coche. Ha sido una ruta muy endurecida por la nieve que se nos ha terminado haciendo muy larga... volveremos para disfrutarla con mejores circunstancias, porque la zona realmente lo merece.

Track. Ruta pensada para subir evitando la nieve (todo carretera). La dificultad de las sendas es media - alta. Recomendable mejor en primavera y días secos.


Nos vemos.

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4 comentarios:

  1. Disfruté de las fotos en Picasa y al leer la crónica de la ruta "de las que curten", comparto el aprecio y admiración por el lugar y las gentes de Santa Marina y "El triangulo de las Bermudas" como yo le llamo a Bucesta ,El Collado y sobre todo Reinares.Gracias por compartirlo...Saludos.

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    1. Muy bueno lo del triángulo, me lo apunto que me ha gustado mucho. Sin duda una zona para "perderse".

      Saludos.

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  2. Una vez mas ...sublime, gracias por vuestra ventana sobre ruedas.

    SALUD2

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    1. Muchas gracias, con comentarios así no puedo dejar de publicar cada semana.

      Saludos.

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