martes, 28 de febrero de 2012

Zorralamuela y la senda del piojo (versión negra)

Tras ya varios fines de semana de rutas con mucha nieve y tortuoso pateo, este sábado todos teníamos claro que tocaba hacer algo más suave y sin posibilidad de caer en ninguna trampa. Pero eso no quiere decir que no podamos probar a hacer algún tramo de senda nuevo, ni que la ruta no pueda ser muy divertida, bonita y técnica.


No nos vamos muy lejos, la ruta será por una zona conocida entre Ribafrecha y Leza, y será una vuelta corta en kilómetros, pero que realmente nos dejó satisfechos. Comenzamos subiendo por la carretera del Leza y frente al pueblo del mismo nombre, tomamos la pista que sube al mallo. Son las 10 de la mañana y ya hace un calor primaveral sorprendente...


Hoy somos 4 bikers, me acomapañan Fran, Óscar (que tras varias semanas por fin ha vuelto a dar pedales) y Fernando, que a pesar de la emboscada que le preparé la semana pasada no se acobarda (Fran ya estaba más que acostumbrado...). Todos saben ya que esto es así, una de cal y otra de arena. Hoy tocaba cal, y además con un día perfecto para dar pedales.

Subimos la pista en platillo y de charla, para sin casi darnos cuenta llegar al inicio de la primera senda del día, la que en subida nos llevará a los corrales de Zorralamuela. Aquí estamos descansando con vistas al objetivo: las praderas de la zona del mallo.



La senda parte de la pista para ir ladeando dirección trevijano. Es una senda en subida donde para empezar nos ponen a prueba los troncos del camino...


Y después, volvemos a encontrar a nuestra "enemiga": la nieve. La zona más umbría todavía está cubierta con algunos neveros que nos hicieron patear algunos tramos, pero esta vez si que sería algo testimonial y ya no volvería a complicarnos la ruta.


La senda va subiendo con varios pasos complicados, lo que la hace ser dura a tramos, pero también muy entretenida, todo un reto para los amantes de las sendas. Llegando a un collado donde la senda continuaría recta dirección Trevijano, nosotros giramos y continuamos en ascenso hacia los corrales. Este tramo resulta muy complicado, y aquí la "foxy" se nota mucho...


La parte de subida a los corrales está marcada para senderismo, pero con bici es un reto también muy bonito y divertido.


Los continuos escalones entre las terrazas se salvan con fuerza y convicción, y las praderas cada uno las remonta como y por donde quiere...


En la parte alta, parada a repostar... y sorpresa: Fernando "el hombre que susurraba a los caballos" vuelve a demostrar sus dotes para el trato con los equinos.


Estamos ya en la parte alta, junto a los corrales, y la nieve por aquí ya está más presente, aunque no nos molestaría para continuar nuestro camino dirección al comienzo de la bajada.


La bajada comienza accidentada, y es que un nevero más profundo de lo esperado traicionó a Óscar y lo sacó por las orejas. Tras el susto continuamos la bajada por la conocida "senda del piojo", destacando desde aquí las tremendas vistas.


Bajamos rápidos por el cortafuegos, pero al salir de la zona de pinos tomaremos una alternativa al comino habitual que continua por la cresta. Nos tiramos a la derecha por una senda de motos que baja por la ladera con varias curvas y varios pasos técnicos que nos ponen a prueba.



Esta senda nos baja a un pequeño valle que viene de la zona de la hoya y que nos separa de Clavijo. Desde aquí continuaremos por sendas de motos, pero ahora en subida por la misma ladera para alcanzar denuevo la cresta por la que discurre la senda principal.


Al llegar arriba las vistas merecen una parada.


Estamos de nuevo en la senda conocida, y bajámos rápidos por este terreno yesífero tan característico y árido, asomados al valle del Leza que todavía queda profundo.


Pero todavía quedaba una sorpresa, y es que en la parte final de la senda volvemos a desviarnos para en vez de bajar hacia la carretera, continuar por las sendas entre las crestas, buscando una bajada motera.


Y con la ayuda del GPS la encontramos, escondida entre la hierba... una bajada directa por una ladera empinadísima. Óscar no se lo pensó y abrió la veda...


Quizá esa foto no os parezca muy pendiente, igual esta da una sensación más real de esta "pared", que Fran no quiso probar pero que sorprendentemente los demás bajamos encima de las bicis...


La senda continua por una ladera en umbría, con algún paso muy complicado pero también con varias curvas muy divertidas que nos dejaron en el barranco, muy cerca de la "fuente del piojo", que es la que dio nombre a esta senda.


Ya sólo nos quedaba salir del barranco, aunque eso nos costaría 5 minutos de empujar la bici, ¿pero que es una ruta de Mountain Bike si no hay que empujar la bici?


En resumen, una buenísima mañana de bici, sendas y montaña, por una zona que aunque conocida, todavía tiene sorpresas que darnos.

Track. Ruta muy técnica en todas las sendas que se realizan, tanto en la de subida a los corrales como en las bajadas, especialmente las dos alternativas a la senda más conocida. La única pega es que estas sendas están algo sucias por lo que es muy recomendable ir de largo por completo para evitar arañarse, por eso es mejor hacerla en otoño-invierno. También hay que evitar días de barro.

Nos vemos.

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