jueves, 14 de abril de 2011

Ermita de San Esteban por Sorzano

Bueno, pues el domingo aunque estaba cansado de la ruta por Viniegras, decidí salir con Fran a rodar, pero sin pretensión de forzar... el objetivo que pusimos era sencillo: La ermita de San Esteban, aunque la forma en la que llegamos a ella al final no resultó tan fácil...

La ruta básicamente fue subir a Sorzano, coger el camino a Castañares y, antes de encontrarnos con los mastines-lobo asesinos come-ciclistas, desviarnos por la ladera dirección San Esteban, siguiendo las sendas de vacas (que ya conocíamos parcialmente de otra ruta modificada por nuestro cague frente a los perrillos...).

Dicho y hecho. Subida a sorzano, seguir hacia castañares, coger la pista para bajar, desviarnos porque veo un sendero que me gusta....


...seguir por la senda hasta una pista antigua y seguirla sin pensar mucho a donde va...


...salimos a un prado abierto y ya sabemos donde estamos...



...seguimos por la pista por el famoso desfiladero, recordando el día en que descubrimos que la montaña tiene ojos y dientes...

El domingo:


Hace un año: (os recomiendo ver estas fotos: http://picasaweb.google.com/albbike/EnLaEdadDeHielo#slideshow/5483449814860053314


En cuanto salimos del desfiladero abandonamos la pista y por una senda que se va perdiendo nos adentramos en lo desconocido... y en vez de seguir la senda más marcada, nos da por subirnos por la ladera hasta la pared de roca...


Aquí Fran me cogió la cámara, y esto es lo que sacó (¡¡¡a mi no me preguntéis!!!):


Tras este parón, nos damos cuenta de que subir aquí no nos servía para nada, así que otra vez pabajo...


Y otra vez a seguir sendas fantasma, sin salida, inciclables, sucias...


(...horas después...) Al final conseguimos salir a la ermita buscada, San Esteban, una reliquia románica del siglo XII.


Por suerte se encotraba abierta y pudimos entrar, viendo las pinturas de sus paredes, increible que se hayan mantenido tras tantos siglos...


Con el plan cumplido regresamos a casa por los caminos habituales, aunque primero descendiendo la senda por la que es normal subir a la ermita:


Sin duda, la ermita de San Esteban merece una visita, aunque no os recomiendo el camino que nosotros hicimos...

Nos vemos.

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