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martes, 10 de diciembre de 2013

Entre el Jubera y el Cidacos: Sendas de Antoñanzas, el DH de Arnedillo y el Sepulcro

Estos días de puente el tiempo nos ha obsequiado con días de anticiclón invernal, lo que se traduce en heladas nocturnas y preciosos días despejados ideales para disfrutar de la bici.

Sol de invierno, calienta pero no quema.
Hoy nos juntamos con Fernando, que nos ha prometido enseñarnos nuevas sendas que ha estado limpiando entre los valles de Jubera y Cidacos. Ya habíamos disfrutado varias de las sendas que nos había recomendado y esta vez pudimos coincidir para hacerla con él, un placer compartir ruta y esas sendas que con tanto trabajo se está encargando de recuperar, este hombre se merece un monumento!!

Fernando dando guerra por las sendas que tanto le gustan.
La ruta la empezamos desde el final de la carretera del valle de Jubera, cuando se convierte en pista y ya no se permite el paso a vehículos. Tras una corta subida por pista hasta la central transformadora del parque eólico nos ponemos ya en modo sendas, poniendo rumbo a la aldea abandonada de Antoñanzas.

Comienza la senda hacia Antoñanzas, que se ve entre las sombras y praderas.
Tras unos tramos de cortas bajadas y algunos llanos por una senda entretenida, llegamos a la aldea tan estéticamente encaramada en la loma.


Desde aquí tenemos la primera bajada larga que nos llevará hasta el fondo del valle de Cidacos, en las inmediaciones de Arnedillo.


Comenzamos la bajada rodeando el pueblo y por la solana seguimos una senda pedregosa que pierde altura rápido hacia el fondo del barranco.


Zona con bastante piedra y roca, ideal para rodar en invierno:


La senda comienza a bajar paralela al barranco principal, ya con menos pendiente pero siendo muy técnica a tramos, con otros de descanso y algunos pedaleos, este es el tipo de senda que más me gusta!


Estamos en medio de un barranco que parece perdido de toda civilización, siguiendo una antigua senda por la que sólo podrás encontrar compañía en tu propia sombra.


Llegamos a un punto dónde hay que cruzar el arroyo para después continuar en fuerte subida.


Tendremos que empujar la bici por la pedregosa y dura subida durante unos pocos minutos hasta salir a un collado, para ahora bajar de nuevo por una divertida senda y cruzar un barranco secundario, continuando por la senda en suave pero técnica bajada.


Estamos ya cerca del final pero nos sigue pareciendo que estamos en medio de la nada, esta es una preciosa senda para todos los que nos gusta esa sensación de aventura y de naturaleza salvaje.


Saldremos a la carretera que sube a la cantera de roca para la presa de enciso, y la aprovechamos para remontar de nuevo hacia  lo alto de la sierra, pudiendo desde ella distinguir en una loma la aldea por la que habíamos bajado antes.


Estamos ahora buscando la senda que desde hace un par de años los locales han convertido en un circuito de descenso. Es una antigua senda muy pedregosa y rocosa que baja hacia Arnedillo, ya la conocíamos de otras visitas y sabemos que es una de las mejores que hay en la zona para forzar la máquina...


Suelta frenos y empieza a jugar con los brazos y piernas para pasar las rocas, escalones y zonas rotas, ¡rock and roll!


Fernando nos demuestra que con bici rígida también se puede bajar y disfrutar, ¡muy bueno!


Estamos en la cara sur de estas peñas que rodean Arnedillo, dónde el terreno es seco y el sol pega directo, perfecto para estos días de invierno!


En el pueblo paramos a comer algo y de paso a tomar un caldito o un café, aprovechando para ir comentando batallitas con Fernando. Nos queda la vuelta al valle de Jubera, para lo que ponemos rumbo a Munilla por la carretera.


Desde Munilla cogemos la buenísima pista que sube hacia San Vicente y hacia los molinos, y de nuevo estamos en la cara sur de la montaña, totalmente pelada y árida. Cualquiera diría que a pocos kilómetros de aquí está uno de los mayores hayedos de La Rioja.


Al coger altura encontramos uno de los mejores yacimientos de icnitas de La Rioja, no me pude resistir a hacer esta foto tan jurásica...


Esta zona es tan buena para encontrar icnitas precísamente porque la aridez del terreno ha dejado a la vista grandes losas de piedra, y que gustazo da dejarse caer por una de esas...


Tras la visita cultural continuamos la marcha por la pista que tras unos pocos kilómetros más nos llevará a las cumbres que nos separan del valle de Jubera. Es hora de bajar, y lo haremos por otra senda que Fernando ha recuperado para nuestro disfrute, la cual discurre por un bonito pinar de repoblación dónde las terrazas se van sucediendo mientras bajamos esquivando pinos.


Muy divertida bajada que nos deja a poca distancia del inicio, otro gran acierto de Fernando, esta senda y toda la ruta. Seguro que volveremos, Jubera se está convirtiendo en una de nuestras zonas preferidas para la bici, perfecta para el invierno.

Track. Dificultad Alta. Duración: 3 - 4 horas. Tramo no ciclable de unos 5 min, algunos pasos muy difíciles en la senda de Antoñanzas. Recomendable en cualquier época menos verano y días de calor en general. Se podría empezar la ruta perfectamente desde Arnedillo.


martes, 8 de octubre de 2013

De Soto a Reinares y vuelta por el cañón del Leza

Hay tantas rutas buenas, tantos sitios por los que es un placer pedalear, tantas montañas llenas de sendas... que incluso algunas de las mejores rutas cercanas puede pasar mucho tiempo sin repetirlas.

Sendereando por el cañón del Leza.
Y no sólo es que pueden pasar años sin repetir estos caminos que sin duda lo merecen, es que después de cientos de rutas por nuestra tierra todavía seguimos descubriendo nuevas sendas.

Descubriendo el sendero desde Los Agriones a Reinares.
La ruta se presentaba con un tramo nuevo y el resto conocido pero con ganas de recordarlo. Salimos de Soto en Cameros y por la famosa "cuesta de Soto", remontaremos mucho desnivel en muy pocos kilómetros.


A la sombra hacía frío, pero la cuesta ya nos hizo calentar bastante con sus tramos encementados de pendiente bruta y los algo más humanos de asfalto. Tras llegar al pinar cogemos la pista ya de tierra en dirección al alto de Agriones al que llegaremos en poco más de una hora de sufrida subida, con unos 600 m de desnivel ya ganados.

Que pequeñito se ve Soto desde aquí.
Ya hemos pasado lo más duro del día, pero tenemos mucha ruta por delante. Cogeremos la pista que suavemente llanea rodeando el inicio del barranco salado y las ruinas de la ermita de Agriones.

El grupo de hoy: Álvaro, Óscar, Edu y Sergio, más el que escribe, fotografía y guía :-) 
Al acercarnos a uno de los collados del pico San Juan, dejaremos esta pista para subir un tramo corto por una trocha algo embarrada pero que enseguida nos deja en una campas cubiertas por el rocío de esta mañana típicamente otoñal.


Curiosas nuestras huellas en las praderas totalmente blanqueadas por el rocío:

Huellas que el tiempo borrará en cuestión de minutos. Foto de Óscar.
Este collado nos sirve para parar y cambiar al modo "descenso", y también para hacer fotos muy bonitas a contraluz.


Vamos a buscar la senda que viene de Reinares, y que según el catastro debía ser la que conectaba este pueblo con Soto y el camero viejo. Comenzamos con unas rápidas praderas con algunos saltos naturales, pero hay que estar atentos porque la senda se desvía por la margen izquierda del naciente barranco de Podrancón, atravesando algunas zonas bastante cerradas de retamas pero dónde la senda se distingue y salvo puntos concretos, se deja pedalear.

Foto de Sergio.
Sin mucha pendiente vamos bajando por la solana de este barranco, con tramos de pedaleo y un terreno de suelo duro y pedregoso pero sin mucha dificultad.


Al llegar cerca del pueblo la senda cae en picado y aquí es mejor buscarse la vida por las zonas más abiertas dónde el terreno te permite trazar tu propio camino, aunque no sin dificultad.

Foto de Sergio.
Si encuentras el paso bueno no tiene problemas y llegas hasta el mismo pueblo, buen final para esta senda a la que lo único que le hace falta es un poco de uso para marcarla mejor y una primera limpieza.


En todo caso es una senda recomendable y bonita, queda apuntada como otra opción más para llegar a este lugar tan inspirador: Reinares.


Parada obligatoria en la "plaza" del pueblo, siempre con la mirada puesta en la atrayente torre de la iglesia en ruinas. Tras el almuerzo y de la charleta volvemos a ponernos en marcha, ahora siguiendo la senda hacia Bucesta.

Dejamos atrás Reinares. Foto de Óscar.
Esta senda ya es conocida y tiene la gran ventaja de ser ciclable en ambos sentidos sin problemas, con pequeñas subidas y bajadas y terreno cambiante a lo largo del barranco de Santa Engracia.

Tramos de bosque en las umbrías.
Tramos abiertos y de roca en las solanas.
Los repechos son cortos pero algunos duros y técnicos, lo que le da el toque divertido a esta bonita senda.

Foto de Óscar.
La senda acaba en la pista que conecta con Bucesta, pero nosotros no llegamos al pueblo, tiraremos hacia arriba para regresar a los Agriones.

Foto de Sergio.
Bastante dura esta pista en todo el tramo primero desde que la cogemos, subiendo unos 200 m de desnivel aproximadamente hasta acercarnos de nuevo a los alrededores de Agriones, accediendo por un bonito collado.


Por la misma pista que antes habíamos transitado en busca de la senda a Reinares ahora regresaremos al Alto de Agriones, desde dónde empezaremos a juntar sendas hasta Soto. Primero por la que nos baja a los corrales de Juan Real.


Al poco de empezar encontramos los pasos más difíciles en roca, ¡esto empieza a ponerse divertido!


Esta senda me encanta y es siempre un reto pasar estos puntos sin descabalgar. Poco a poco se hace menos difícil, que no fácil, y entre estepas termina saliendo a los prados junto a los corrales.

Foto de Sergio.
Estos prados son dados a que las cabras se emocionen y salten de alegría...


Cruzamos hasta los siguientes corrales, los de Zorraquín, y aquí tenemos tres alternativas: bajar directos a Soto por el PR, bajar hacia el barranco en dirección contraria por ese mismo PR (opción larga), o subir hacia los corrales de Valcarcel. Esta última es nuestra opción ya que queremos hacer la senda del cañón pero sin alargar mucho la ruta. Un pequeño tramo de subida muy duro nos lleva hacia el objetivo.


Llaneamos por una estrecha senda hacia el norte y cogeremos la senda motera que cae en picado hacia Playerne.

Foto de Sergio.
La senda es dura por tener mucha pendiente y piedra suelta, pero muy constante y sin escalones ni curvas, lo que la hace algo sosa, aunque no por ello fácil.

Foto de Sergio.
Desde los corrales de Playerne seguiremos la marcada senda dirección Soto. Senda conocida y para disfrutar con calma, con cortas subidas y bajadas que nos acercarán al cañón del leza.


Uno de los pasos más vistosos de la senda es este pegado a una de las grandes paredes de roca.


Las vistas y la sensación de ir colgado del cañón es uno de los puntos fuertes de este tramo.

Óscar comentando las vistas. Foto de Sergio.
Tras varias subidas y bajadas y con barranco siempre presente, pasaremos por las dos zonas con huellas de dinosaurio que están marcadas y que le dan otro punto más a esta ruta.

Pasando junto a las huellas de dinosaurio.
La última parte de la senda es más en bajada y te permite coger velocidad según te acercas al pueblo, con el siempre buen final que supone el paso de las retorcidas escaleras.


Buena mañana de bici y senderos, juntando dos de nuestros lugares favoritos: el cañón del leza y Reinares.

Track. Duración: 4-5 horas. Dificultad técnica Alta. La senda del cañón actualmente está bastante cerrada de vegetación, conviene ir de largo mientras no la limpien. Sin problemas de barro. Mejores épocas primavera y otoño.