sábado, 5 de enero de 2013

Soto, Trevijano, La Muela y Valdecaldes

El sábado pasado la ruta prevista era otra, pero al despertarnos y ver logroño envuelto en la niebla decidimos que sería mejor buscar una ruta "por encima de las nubes"...

Por encima de las nubes. Foto de Óscar.
Así que cogimos el coche y subimos por la carretera del Leza hasta salir de la niebla, lo que nos llevó a pasar el cañón y parar en Soto. No iba a ser difícil pensar una ruta desde este pueblo, sin duda uno de mis favoritos para la bici de montaña. Para empezar subimos por el camino del mirador y por la carretera hacia Trevijano, llevaderos kilómetros dónde disfrutar de las vistas.


Al llegar a la ermita del Cristo nos recibe un tímido burrito, lo que aprovechamos para parar y comer algo.


Y al ver aquí las marcas de la ruta "ciclomontañera" marcada por la mancomunidad de desarrollo turístico (www.paisajehumanizado.com), nos entra la inspiración y nos decidimos a seguirla. Consiste en subir por la senda de "la muela" hasta los corrales de zorralamuela, tramo que conocemos muy bien en bajada, pero que nunca habíamos subido, así que nos gustó esta idea.



Tras el tramo malo inicial que por suerte no tenía barro (con barro es una tortura...), afrontamos la senda que aunque dura y técnica, también es muy vistosa y entretenida. Y además en subida siempre apetece más parar a ver la nevera restaurada, aprovechando para respirar después de un tramo muy duro.


Se suceden los tramos asequibles con otros más duros, tanto por pendiente como por las piedras, dándole un toque de reto del que nos gusta.

Foto de Óscar.
Mientras subíamos nosotros, vimos que bajaban 3 bikers, y como La Rioja es tan pequeña, resultó que uno de ellos era Fernando "el Ruso", al que no conocía en persona pero con el que había hablado por aquí. Tiene en marcha un proyecto para señalizar rutas por Jubera del que seguro que saldrá algo interesante, estaré atento. Tras una breve charla, cada uno seguimos nuestro camino, ellos bajando, y nosotros subiendo.


Llegados a un collado que nos separa de la vertiente más norte, se abre el paisaje y nos encontramos con unas preciosas vistas al mar de nubes que cubre los valles, esa niebla de la que hemos huido al salir de casa.

Foto de Óscar.
Giramos para continuar subiendo, dejando atrás el terreno pedregoso y entrando en las aterrazadas praderas, por las que si vas encontrando la senda, se puede subir todo montado.


La parte final es la más dura, tirando de riñón conseguiremos subir casi sin desmontar, llegando arriba ya con ganas de parar a almorzar, algo que apetecía mucho con el solecito y la agradable temperatura que hacía, lejos del -1º que teníamos al arrancar en Soto.

Foto de Óscar.
Y después de subir, toca bajar. Dejamos ya de seguir las marcas de la ruta ciclimontañera para optar por ir hacia la fuente legañosos, pero en vez de por la habitual senda motera, vamos a buscar seguir la senda tradicional por la que habíamos subido un tramo en la última ruta por esta zona, un buen patatal para poner a prueba suspensiones.

Trevijano era tierra de patatas ¿tendrá algo que ver?
La senda nos deja en un pilón, pero para no tener que remontar hacia arriba, cruzamos el arrollo y nos juntamos con la senda habitual, que nos bajará por el barranco Trevijano hasta la pista.


Para acabar la ruta decidimos ir a buscar la senda de Valdecaldes, una que descubrimos hace ya más de un año y de la que guardaba buen recuerdo, así que ya era hora de repetirla. Subimos 5 minutillos por la pista y campo a través vamos a buscar la entrada de la senda, una serie de toboganes que bajan por la grandes terrazas y que resultan muy divertidos, dejándonos en la fuente que alimenta el arrollo Valdecaldes.

Valle de Valdecaldes. 
Ahora pedalearemos sin mucho esfuerzo para ir rodeando una "plantación" de trufas, y tras superar un collado, disfrutaremos de los tramos más técnicos de esta senda.


Algunos pasos nos pondrán a prueba mientras otros tramos son más rápidos y sencillos.


La senda cae sin piedad hacia Soto y deja ver el paisaje deforestado y aterrazado que años de ganadería intensiva dejó en esta zona.


Tras los últimos tramos técnicos, la senda se hace más sencilla y rápida por la praderas, hasta bajar al mismo pueblo.


Otra ruta corta pero intensa y muy divertida que se suma a las buenas opciones ya conocidas en Soto.

Track. Dificultad técnica: Alta. Duración: 2:00-3:00 horas. El único problema de barro está en el inicio de la subida por La Muela. Recomendable en otoño, invierno y primavera.

4 comentarios:

  1. ¡Vaya! invierno que llevamos para ciclar por encima de las nubes.
    Que se porten bien los reyes magos y sigáis disfrutando de las sendas y de los viejos caminos.
    Saludos.

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    1. Un fin de año por encima de las nubes, si, a ver si saco tiempo para contar lo última ruta que fue la guinda de este gran año. Nos vemos.

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  2. Muy buena pinta los tramos técnicos que pasasteis.
    A disfrutar el 2013!!!

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    1. Había algún paso "gracioso", confieso que puse algún pie! Gracias por pasar por aquí, un saludo.

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