sábado, 26 de febrero de 2011

Entrenando por las trialeras del Cortijo

Bueno, pues este sábado no había ganas de madrugar mucho, así que decidí que tocaba día de "entrenamiento" en una de mis dos rutas favoritas cerca de logroño: las trialeras del cortijo. Como Oscar no las conocía y ya le había hablado mucho de ellas, tocaba volver a probarlas y ver que tal vamos evolucionando nuestra técnica trialera. En estas trialeras es donde más he notado mi evolución como biker los últimos 4 años, pasando de no atreverme a bajar y pensar que es de locos, a conseguir en el día de ayer por primera vez bajar completas todos pasos difíciles.

Para empezar a calentar, primero hay que hacer la trialera típica del cortijo, que además es la más fácil y la más trillada. Ayer con el firme un poco húmedo pero sin barro se bajaba perfecta, incluso resultó facil... un video de la bajada hace unos años aprendiendo del "maestro" mondrakon (desde aquí un saludo!)


Después de bajar al cortijo, tocaba ir al puntal, una pequeña cresta junto a un meandro del ebro, surcada por dos trialeras desde su cara sur a la norte, con un senderito que las conecta por la ladera. Aquí una panorámica de este peñasco:



Como las dos vertientes son dos divertidas trialeras, y no hay otra forma de subir que por esas mismas trialeras, toca empujar la bici. Primero por la cara norte, la más empinada, cuesta subir hasta con la bici al hombro...


Desde la cresta enfilamos la bajada de la cara sur, bajada con buenos escalones, perfecta para perderles el miedo. Os pongo otro video de Mondrakón en acción y una foto de los escalones:




Esta bajada la primera vez que la hice no completé ni la mitad, y pensé: "aquí no vuelvo"... pero volví, y poco a poco e ido mejorando hasta que ayer la completé entera y sin "sufrir", incluso con algún saltito... vamos mejorando!

Como teníamos ganas de más, y Oscar quería probar la cara norte, volvimos a subir para intertarla. Esa parte nunca había sido capaz de bajarla, y los intentos habían resultado siempre desastrosos, pero ayer el terreno estaba perfecto, un poco húmedo pero sin barro. Como en la subida ya habíamo estudiado las trayectorias, Oscar se tiró sin pensarselo y bajó sin poner un solo pie! La bajada se las trae, tiene un par de pasos jodidos y mucha pendiente. Un ejemplo:


A mi me falto un poco de control y pasé el tramo con un pie, pero contento por ser la primera vez que me atrevía a bajarlo todo, se nota que vamos mejorando...


En resumen, un día divertido entrenando nuestras habilidades para poder usarlas en rutas de verdadera montaña.

Nos vemos.

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