jueves, 31 de octubre de 2013

Enduro VS Downhill 2013: Las Neveras a toda velocidad!

Los amigos del Bike Club Rioja nos habían convocado a todos los amantes de la bici y las sendas a participar en una prueba de descenso con un formato especial que por su baja dificultad técnica pero larga distancia, bautizaron como "Enduro VS Downhill".

La conocida senda de Las Neveras sería nuestro "circuito".
Siendo una prueba en "casa", en una senda muy conocida y realmente apta para todo tipo de ciclistas como es la senda de Las Neveras de Sojuela, allí teníamos que estar participando y apoyando la prueba para ayudar a que fuese un éxito y se pueda seguir haciendo durante más años. Cuatro asiduos de Bici-O-Rama más el que escribe participamos en la carrera y pasamos un fenomenal día de bici, montaña, adrenalina y amigos.

Edu, Álvaro, Óscar y Diego, más el fotógrafo, fuimos el equipo Bici-O-Rama en Las Neveras.
Desde primera hora de la mañana estábamos convocados en Sojuela para la recogida de dorsales, y con el sol empezando a despertar ya estábamos cargando las bicis en el camión que se encargaría de hacer los remontes hasta las antenas del moncalvillo.


Un camión y dos autobuses serían los encargados de subirnos a lo alto de la sierra para hacer las dos primeras bajadas de entrenamiento. En la subida a las antenas pudimos comprobar como la fiebre de las setas está pegando muy fuerte y el cruce con coches fue constante, lo que hizo que el autobús y el camión sufriesen en las duras rampas del puerto más de lo normal. La organización había previsto este tema dejando acordonado espacio en lo alto para que pudiesen hacer la maniobra y dar la vuelta, ya que si no hubiese sido imposible con la cantidad de vehículos que había. No hubo problema y poco a poco fuimos descargando bicis, con la gente ansiosa por montarse después de la espera.


Los entrenamientos eran libres así que en cuanto cogemos las bicis vamos por la pista de cumbreo en dirección a la torre de vigilancia de incendios que marca el inicio de la senda.


El día está nublado pero no hace frío, se escapan unas gotillas que no nos da miedo porque el pronóstico es que ya no caerá nada más durante el día.


Para los que ya nos conocemos la senda bien estas bajadas de entrenamiento son más un calentamiento, y nos dedicamos a bajar disfrutando y sin arriesgar nada.


La zonas de piedras están algo resbaladizas pero se dejan bajar, la gente todavía va tranquila que no hay que forzar antes de tiempo.

Algunos componentes del grupo "Reventón" también participaron en la carrera.
Me gusta parar en estas tandas de entrenamientos para poder disfrutar un poco de los bonitos alrededores de la senda y en especial del hayedo.


Bajaremos el resto procurando terminar de aprendernos las trazadas más rápidas y la zona baja que es la menos habitual ya que la han modificado para la ocasión, construyendo algunos saltos en la zona de meta para que se luzcan los que los dominan.


Repetimos con una segunda tanda de entrenamientos siguiendo la misma tónica de disfrute sin forzar, y aprovechando los remontes y las esperas para ir conociendo a otros bikers que han venido para esta prueba desde San Sebastián, Zaragoza, Madrid, Bilbao, Santander, Soria... Nos juntamos unos 130 ciclistas y por lo que hemos podido hablar después con ellos les gustó mucho y la gozaron tanto como nosotros.



La anécdota del día llegó cuando algunos perdimos el bus de remonte por no estar atentos, y por suerte la organización se movió y consiguió un par de furgonetas que nos subieron. Gracias a Sergio "Bike Box" por este remonte, te debemos una!!

Cargando de nuevo bicis para volver a subir.
Aunque la prueba era perfectamente realizable con cualquier bici de montaña, existiendo incluso una categoría especial para bicis sin suspensión trasera, la mayoría de los participantes vinieron con bicis de descenso. En el enlace entre las antenas y el inicio de la senda se notaba que esas bicis no están hechas para pedalear cuesta arriba y tenían que empujarlas por la pista de cumbreo.


Tras hacer la prueba y sin haber probado una de esas, creo que en esta senda no había tanta diferencia por la bici, entre los primeros puestos de la general se situó Markel Uriarte con una Orbea Rallón, e incluso la primera bici rígida acabó en un puesto intermedio superando a muchas bicis de descenso y enduro. Esta claro que la habilidad y capacidad del piloto fueron las claves en esta prueba.


Acabadas las dos tandas de entrenamientos era la hora de la carrera, que se desarrollaría en dos mangas de la que contaba el mejor tiempo. Tras subir el camión y los autobuses a los grupos que formaban todas las categorías menos los "élite", empezó la carrera propiamente dicha con la primera manga. Era el momento de mis cuatro compañeros y tras una espera tensa fueron llegando, con Edu dando espectáculo volándose el doble de meta:

Edu llega a meta "volando". 
Tiempazo el de Edu con su Dune que sería finalmente el mejor de nuestro grupo. Tras él llegó Diego muy cerca, también con un tiempazo, y un poco más tarde Álvaro y Óscar, quienes al salir seguidos estuvieron compitiendo codo con codo, para finalmente ganar por unos segundos Óscar.

Óscar llegando a meta.
Era el turno de que los élite subiésemos a realizar nuestra primera ronda, pero un problema en el camión de remontes hizo que la organización se viese obligada a suspender nuestra primera manga. Tras arreglarlo nos llegó el turno de subir, pero ya no tendríamos tiempo más que para una bajada, lo que nos añadía presión por no poder permitirnos fallar. Los élite saldríamos los primeros en la segunda manga del resto de participantes, así que pronto me tocó el turno de salir. Espera tensa sufriendo las bromas de los colegas, revisión de equipo, rodilleras, casco, gafas... 3, 2, 1...

Rodando concentrado la parte alta. Foto de Yon Cruz.
Los nervios iniciales hicieron que al poco de empezar me saliese en una curva resbaladiza del hayedo, con lo que perdí un tiempo suficiente para que apareciese mi primer perseguidor y me doblase. Conseguí frenar los nervios y ya en la zona del pinar me vi bien y bajé dándolo todo. El cansancio en una bajada tan larga es el mayor inconveniente, sabiéndolo por los entrenamientos que había hecho procuré ir reservando un poco para la parte baja que es dónde más pedaleo había. Mantuve una buena velocidad aunque antes de la balsa el amigo guipuzcoano Ibai me alcanzó y le dejé pasar, pero conseguí seguirle el ritmo en los pedaleos dónde vi que él estaba sufriendo ya por agotamiento, llegando a meta muy cerca suyo y rebajando el tiempo objetivo que me había fijado.

Llegando a meta.
Llegué justo de fuerzas pero muy contento, y es que el tramo final con tanta gente animando y viéndote te hace venirte arriba, fijaros como era la entrada en meta:


Poco a poco fueron bajando el resto de participantes, muchos rebajando sus tiempos de la primera manga ya que el circuito se había secando un poco. Otros perdieron tiempo por cansancio o por llantazos y reventones, como Diego que destalonó su cubierta y perdió mucho tiempo, pero con su tiempazo de la primera manga quedó en un buen puesto cerca de Edu. Tras la carrera había un concurso para premiar también el mejor truco en los saltos de meta, y allí estaban luciéndose los pros.

Eric Portillo "whipeando".
También había riojanos saltando y haciendo buenas maniobras, como esta del Najerino Juan Pajuelo:


Allí nos quedamos comentando lo que había dado de si este día con otros participantes y amigos que habían ido a ver la prueba, mientras la adrenalina aun nos mantenía excitados. Ya en el ayuntamiento fue la entrega de premios dónde destacó el amigo Diego Monasterio del grupo Orgullo Riojano, que se quedó segundo en la categoría de bicis rígidas, ¡¡enhorabuena!!

Podium de la categoría Rígidas.
Otros podiums destacados fueron el de Másters, con el carismático Bicitor Durán en primer puesto:


En Junior el corredor del Bike Club Rioja Vlad Dascalu fue el ganador con un tiempazo que lo puso en 5 posición de la general, este chaval va a llegar alto:


El podium Sub-23 se lo llevó Iraitz Etxeberria, quien fue también el vencedor en la general con un tiempo de menos de 11 min, lo que supone una velocidad media en carrera de casi 35 km/h!!!


Así acabamos este gran día de bici, que a pesar de algunos problemillas de la organización, superó las expectativas y nos dejó a todos con ganas de repetir. Muchas gracias a los amigos de Bike Club Rioja por la organización, ¡el año que viene volveremos!

Más fotos de la carrera en la página de los organizadores: http://www.facebook.com/MoncalvilloDownhill

Y más fotos mías: http://www.facebook.com/media/set/?set=a.535261426555553.1073741827.224844194263946&type=1&l=6598e1e7ea


domingo, 27 de octubre de 2013

Otoño en Cameros: Senderos de Aldeanueva y Lumbreras

El otoño sigue adelante en su su carrera por pelar los bosques, lo que en los robledales de cameros también nos deja bonitas imágenes:

Otoño en el camero nuevo.
Una ruta perfecta para admirar el otoño en los bosques de cameros y además disfrutar de una mañana de bicicleta de montaña de alto nivel es la vuelta de Aldeanueva, partiendo de esta preciosa aldea muy bien conservada.

Aldeanueva de Cameros.
Salimos por la única pista que parte del pueblo por la ladera norte del monte Cebosa, mientras el sol va despertando y aumentando la aun escasa luz.


Tras un tramo de subida inicial duro que te calienta rápido, te vas adentrando en los hayedos que pueblan este monte ya con desniveles más moderados.


Tras un par de kilómetros y 20 minutos dejaremos esta pista para buscar la antigua senda que conectaba con Lumbreras. Primero sin dificultad por praderas aterrazadas con buenas vistas, pero pronto se adentra en un pedregoso hayedo.


Esta zona es muy técnica y muy difícilmente ciclable en su totalidad. Sin casi desniveles aparentes pero con subidas, llanos y bajadas complicadas hará desmontarse a todos lo que no sean muy muy buenos trialeros.


La senda te recompensa su dificultad y el esfuerzo para ir avanzando con un bonito bosque mixto de hayas y robles entre rocas reverdecidas por los musgos.


Poco a poco vamos encontrando tramos más asequibles que sirven para descansar, de forma paralela al cambio del hayedo por un joven robledal.


Todavía nos pondrá a prueba con subidas cortas pero complicadas y llanos pedregosos, pero también rodaremos tramos limpios.


Muy importante destacar que la senda en los llanos de los robledales es fácil de perder de vista, por lo que un buen GPS o una gran orientación si vas con mapas se hacen imprescindibles. En mi primera ruta por esta senda nos perdimos varias veces y aun conociéndola sigue siendo fácil desviarse en algunos sitios. La senda está a tramos algo cerrada de vegetación por su poco uso, aunque no se hace demasiado incómodo por el momento. Tras más de una hora de senderear sin apenas ganar ni perder desnivel llegamos al despoblado de El Hoyo.


Buen lugar para una primera parada en sus praderas dónde comeremos algo ligero antes de continuar nuestro camino a Lumbreras. Hay dos opciones bien señalizadas como senderos de Lumbreras con marcas naranjas y verdes. En este caso tomamos la que nos baja hacia el sur por una senda que se convierte en una prueba difícil por su cantidad de grandes piedras sueltas.


Tras pasar un primer arroyo y tener que subir un tramo empujando la bici, encontramos unas praderas que nos dan descanso de tanta piedra y nos dejan ver  Lumbreras cerca.


Cruzaremos un segundo arroyo que en esta época está seco y de nuevo tendremos que empujar la bici 5 minutos por una pedregosa senda.


El último tramo de senda hasta llegar al mismo pueblo de Lumbreras lo ciclaremos para llegar al pueblo con esa mejor sensación de hacerlo encima y no debajo de la bici. Descansamos en una placita que tras estas dos horas y media de ruta intensa nos lo hemos ganado.


Dos horas largas nos ha costado realizar los nueve kilómetros que separan Aldeanueva de Lumbreras, con escasos 500 m de desnivel acumulados y ya "gastados" casi por completo. Y es que hay veces que con los datos de desnivel y distancia no se puede conocer la dureza física y el tiempo real de una ruta, por eso en mis tracks siempre os pondré tiempo de ruta estimado, no os fiéis sólo de la distancia y el desnivel.

Tras el almuerzo volvemos a la bici disfrutando del también muy bien conservado pueblo de Lumbreras, lleno de casonas de piedra y con las calles bien adoquinadas, da gusto callejear por pueblos así.


Ponemos dirección a San Andrés siguiendo las marcas de los senderos de Lumbreras y la via Romana del iregua, lo que pronto nos mete de lleno en la dehesa de Lumbreras.


Fijaros en la cara de felicidad que lleva Edu en esta foto a pesar de que vamos subiendo, y es que era su día de suerte porque por este bosque y tras salirse un poco de la senda marcada, va el tío y se encuentra un billete de 10 € en el suelo! Tras este golpe de suerte y tras una subida lenta pero bonita por esta dehesa, la senda ahora se encuentra con una pista nueva que ha afeado mucho este tramo, pero que evitamos buscando sendas de los animales para acabar llegando al arroyo de la cañada.


Esta zona junto al arroyo es preciosa y sería también buen lugar para parar, pero ya lo hemos hecho en Lumbreras así que continuamos camino de San Andrés, y lo que nos toca ahora es el tramo más duro de toda la ruta, una senda que sube por un terreno roto y de fuerte pendiente que te obliga a darlo todo.


Tras este calentón salimos a una pista que en un momento nos deja en San Andrés. Aquí decidimos que como no es tarde, vamos a alargar la ruta prevista continuando por la vía romana, que tras bajar a la carretera, discurre paralela al río Piqueras.

Cruzando el río Piqueras. Foto de Edu.
Este tramo de la vía romana nos decepciona un poco porque esperábamos que fuese más senda y resulta ser más camino de todoterreno y pista. Sin grandes desniveles pero sin poder rodar cómodos llegamos a la venta de Piqueras, dónde aprovechamos ese billete de la dehesa para recuperar fuerzas en este bonito y tradicional punto de encuentro de los cameranos.


Regresamos a San Andrés por la misma vía romana, aunque mejoramos el recorrido buscando discurrir el mayor tiempo posible junto al río, lo que nos dejo tramos bonitos.


Desde San Andrés cogemos la senda señalizada que va al Horcajo, discurriendo primero en subida hasta cerca de unas praderas, para después llanear por un bonito robledal hasta llegar de nuevo al arroyo de La Cañada y sus praderíos.


Subiremos por praderas que sin ser muy duras, ya van suponiendo un esfuerzo, para llegar a un collado desde dónde continuaremos llaneando y en bajada hasta acercarnos a El Horcajo, pequeña aldea que situada a casi 1300 m de altura se queda con el título de la más alta de La Rioja.


Saldremos del pueblo por una senda que sube hacia el norte y que nos llevará al collado que nos separa del barranco de La Aldea, junto a cuyo arroyo discurre una preciosa y divertida senda que nos devolverá a Aldeanueva.


Sin gran pendiente esta senda combina tramos de bajada fluida con cortos pedaleos y algunas zonas técnicas que la hacen muy divertida.

Disfrutando de la senda. Foto de Edu.
La parte final es más pedregosa con tramos de losas junto al ya más abrupto barranco, sin duda una senda que combina perfectamente diversión con belleza.


Tras más de 3 kilómetros divertidos llegamos al inicio, pasando por la vistosa Ermita de Santa Ana y atravesando el pueblo para poner fin a esta gran ruta.

Ermita de Santa Ana.
Una ruta que disfrutarán todos los amantes de los senderos técnicos y físicos, con un porcentaje de senda superior al 75% y que se hace perfecta un soleado día de otoño.

Track. Dificultad técnica: Muy alta. Duración: 4:00-5:00 horas. No se incluye el tramo de vía romana de San Andrés a la Venta de Piqueras porque no me parece que merezca la pena en esta ruta. Recomendada en Verano y Otoño.